Por: Francisco Medina
La situación del sistema financiero mexicano es de extrema disfuncionalidad respecto de las necesidades de la generalidad de los usuarios y del desarrollo económico nacional, aseveró Celso Garrido Noguera, académico de la UAM.
Prueba de ello, dijo, es la ausencia de crédito para la mayoría de las empresas, los elevados costos de los servicios financieros sumados a las altas utilidades de las instituciones del ramo, y en general el hecho de que México siga siendo uno de los países con menor nivel de bancarización en América Latina.
El docente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) expuso que esto ocurre con el acelerado crecimiento de distintas instituciones financieras, centradas en la oferta de créditos para consumo, lo que ha generado una situación de sobreendeudamiento para un amplio segmento de los usuarios de dicho sistema.
Lo anterior se manifiesta en los crecientes problemas de pago de distintas carteras: consumo, tarjetas de crédito e hipotecas.
En un comunicado, el académico del Departamento de Economía dijo que el sobreendeudamiento es resultado de la apresurada expansión del crédito en los segmentos de consumo e hipotecario que otorgaron diferentes instituciones financieras al sector privado en el país durante los últimos años.
En la mayoría de los casos esa oferta se cumplió con prácticas depredadoras del mercado por parte de un segmento poderoso de distintos actores financieros privados, al ofertar crédito con limitado análisis de riesgo, en un contexto de regulación pública insuficiente y permisiva, subrayó.
Mencionó que la actual situación no parece amenazar la estabilidad del sistema bancario, aunque diversos intermediarios financieros no bancarios podrían enfrentar la quiebra.
En cambio, para amplios sectores de la población el fenómeno de sobreendeudamiento puede traducirse en incapacidad de pago de sus deudas o de prolongación de las mismas a elevado costo, lo que comprometerá su ingreso disponible y puede bloquear sus perspectivas de acción económica y desarrollo durante largo tiempo.
Expuso que ante esta situación es necesario que el gobierno desarrolle políticas compensatorias dirigidas a aquellos que se encuentran en condición de sobreendeudamiento para que puedan sanear su situación financiera.
La situación del sistema financiero mexicano es de extrema disfuncionalidad respecto de las necesidades de la generalidad de los usuarios y del desarrollo económico nacional, aseveró Celso Garrido Noguera, académico de la UAM.
Prueba de ello, dijo, es la ausencia de crédito para la mayoría de las empresas, los elevados costos de los servicios financieros sumados a las altas utilidades de las instituciones del ramo, y en general el hecho de que México siga siendo uno de los países con menor nivel de bancarización en América Latina.
El docente de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) expuso que esto ocurre con el acelerado crecimiento de distintas instituciones financieras, centradas en la oferta de créditos para consumo, lo que ha generado una situación de sobreendeudamiento para un amplio segmento de los usuarios de dicho sistema.
Lo anterior se manifiesta en los crecientes problemas de pago de distintas carteras: consumo, tarjetas de crédito e hipotecas.
En un comunicado, el académico del Departamento de Economía dijo que el sobreendeudamiento es resultado de la apresurada expansión del crédito en los segmentos de consumo e hipotecario que otorgaron diferentes instituciones financieras al sector privado en el país durante los últimos años.
En la mayoría de los casos esa oferta se cumplió con prácticas depredadoras del mercado por parte de un segmento poderoso de distintos actores financieros privados, al ofertar crédito con limitado análisis de riesgo, en un contexto de regulación pública insuficiente y permisiva, subrayó.
Mencionó que la actual situación no parece amenazar la estabilidad del sistema bancario, aunque diversos intermediarios financieros no bancarios podrían enfrentar la quiebra.
En cambio, para amplios sectores de la población el fenómeno de sobreendeudamiento puede traducirse en incapacidad de pago de sus deudas o de prolongación de las mismas a elevado costo, lo que comprometerá su ingreso disponible y puede bloquear sus perspectivas de acción económica y desarrollo durante largo tiempo.
Expuso que ante esta situación es necesario que el gobierno desarrolle políticas compensatorias dirigidas a aquellos que se encuentran en condición de sobreendeudamiento para que puedan sanear su situación financiera.
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