viernes, 22 de enero de 2010

Exige PRD-DF a gobierno federal programa más amplio para bajar precios de productos en beneficio de la población marginada



Por: Francisco Medina
No será “con paliativos o aspirinas” como se resolverá la crisis económica por la que atraviesa el país y menos la escalada de precios que enfrentan los mexicanos, afirmó el presidente del PRD en el Distrito Federal, Manuel Oropeza Morales, quien exigió al gobierno federal implementar un programa más amplio que abarque a varios productos de primera necesidad, porque de esa manera se sentirá el impacto en los bolsillos de la población.
Estableció que el “congelar” el precio de la leche que distribuye Liconsa en cuatro pesos por litro, es sólo una medida de tipo mediática, que aunque es necesaria debe ir acompañada de una estrategia para impedir que continúe el aumento de precios en los mercados públicos, tiendas y supermercados.
Oropeza Morales recomendó a los funcionarios de la Secretaría de Economía salir de sus oficinas para darse “una vuelta por los supermercados para que observen cómo se reetiquetan los precios de los productos” y con ello estar en posibilidades de diseñar un programa que realmente contribuya a solucionar los problemas de los mexicanos a causa de la crisis.
Recordó que recientemente el PRD DF propuso diez acciones emergentes para enfrentar la crisis económica y apoyar la economía popular, misma que está basada en un incremento salarial de emergencia del 12 por ciento al salario mínimo y bajar el precio de las gasolinas, el diesel, el gas y la luz, ya que éstos son de consumo generalizado.
Consideró que el “ridículo” aumento de 4.85 %, que implicó 2.65 pesos más para quedar en 57.46 pesos diarios, a los salarios mínimos de la clases trabajadora quedó totalmente rebasado no sólo por la escalda de precios en los últimos meses, sino también por el costo de los combustibles y las gasolinas.
Señaló que los transportistas tuvieron que subir sus tarifas por la distribución de los productos a causa de la política energética de la administración federal, que ha puesto “oídos sordos” a las voces del Congreso, de los partidos políticos y la población en general para que se ponga freno al aumento de las gasolinas y el diesel.
Comentó que las autoridades federales pueden obtener recursos para que un mayor número de productos bajen sus precios, implementando una política de austeridad, en la cual el gasto corriente del gobierno se reduzca en 200 mil millones de pesos cuando menos.
“En este ajuste debe estar la reducción del 50% de los sueldos de la alta burocracia, lo cual aportaría 12 mil millones de pesos de los fondos para cubrir el aumento del salario a los servidores públicos de base, en línea con el aumento del salario mínimo”, concluyó.

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