Por: Francisco Medina
La cementera mexicana Cemex informó que el impacto de los cambios en la consolidación fiscal le generará obligaciones impositivas por 799 millones de dólares en los próximos 10 años.
"El pasivo ha sido reconocido en la hoja de balance y no esperamos un impacto en nuestro reporte de ingresos", dijo en conferencia con analistas Rodrigo Treviño, director Corporativo de Finanzas de CEMEX.
La firma tiene contemplados 628 millones de dólares en activos diferidos derivados de las pérdidas de las subsidiarias que dejarán de consolidar y 30 millones de dólares equivalentes a los impuestos a 2010.
El Congreso aprobó un límite máximo de cinco años para que las empresas que consolidan comiencen a pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que han diferido en años previos.
El régimen de consolidación fiscal se entiende como el permiso que tienen varias empresas de consolidarse y tributar como una sola entidad económica.
Lo anterior se refleja en el pago del ISR, es decir, el impuesto se difiere a lo largo del tiempo, por el resultado de la disminución de pérdidas fiscales obtenidas por una o varias empresas del grupo, contra las utilidades fiscales obtenidas por otras dentro del mismo grupo
Cemex reportó una caída a 2,657 millones de dólares o 35% en sus utilidades antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (ebitda).
La cementera informó en conferencia que espera que la ebitda para 2010 alcance los 2,900 millones de dólares gracias a la recuperación en los sectores de infraestructura e inmobiliario en los mercados en donde está presente.
Héctor Medina, vicepresidente ejecutivo de finanzas y legal de Cemex, indicó que la empresa podría tener un flujo de efectivo cercano a los 1,000 millones de dólares durante 2010, de los cuales 600 millones serán utilizados para la reducción de deuda.
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