Fernando Chico Pardo, presidente de Asur, se oponía a la licitación del Aeropuerto de la Riviera Maya, pues pretendía que esta nueva terminal se le asignara de forma directa, dijo Eduardo Pérez Motta, presidente de la Comisión Federal de Competencia (CFC).
“Él (Chico Pardo) quería que no hubiera licitación. Su intención principal, y la razón por la que a me empezó a buscar es porque quería que no hubiera licitación y que se lo asignaran directamente a él”, sostuvo el funcionario federal.
Aseguró que la decisión sobre si Asur podrá participar en la licitación que realice el gobierno federal sobre esta terminal aérea la tendrá que tomar el Pleno de la Comisión de Competencia.
Sin embargo, el voto particular de Eduardo Pérez Motta estaría en el sentido de que este grupo participe siempre y cuando entren en condiciones iguales a las que tenga el resto de los operadores, pero si como resultado del análisis se identifica que existe un beneficio en favor de Asur, en comparación con los otros interesados, entonces ese fallo personal del presidente de la CFC sería en contra, dijo.
“Si no hubiera ventajas para ellos por el hecho de tener un aeropuerto a 100 kilómetros, en relación con cualquier otro operador nuevo que no tenga aeropuerto y que no tenga nada que ver con la región, yo no tendría problema, yo votaría porque entrara; pero si hay cualquier beneficio que ellos tengan en relación con cualquiera de los nuevos operadores, yo no estaría dispuesto a votar a favor de que entre Asur”, enfatizó.
Pérez Motta dijo que esta situación ya se la ha externado directamente a los inversionistas de Asur.
Consultado al respecto, Adolfo Castro, director de Finanzas de Asur, aseguró que el presidente de la CFC no tiene ninguna solicitud presentada por Asur en la que se le solicite una asignación directa. Si este grupo decide participar en la licitación y la CFC no se lo permite, entonces se ampararán en contra de esta resolución, advirtió.
Agregó que hoy el aeropuerto de Cancún cuenta con la suficiente capacidad para atender la demanda de muchos años por venir,
En este sentido, Castro dijo que la creación de un nuevo aeropuerto en la Riviera Maya no es urgente.
Sin embargo, “si alguien dice lo contrario y quiere hacerlo está en su derecho”, señaló el directivo.
Pérez Motta manifestó que en 2008 la CFC emitió una opinión a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sobre las bases de licitación del Aeropuerto de la Riviera Maya, por lo que si estos lineamientos no cambian no tienen por qué volver a ser sometidos a consulta del órgano antimonopolio.
Si hubiera alguna modificación, lo cual pudiera suceder debido al cambio del titular de la SCT o porque se determine que las condiciones del mercado han cambiado, la CFC sí emitiría una nueva opinión, precisó. Aún está pendiente que este órgano especifique quién puede o no participar en la licitación, aclaró.
Consultado respecto a una posible fusión entre Mexicana y Aeroméxico, Pérez Motta consideró que son estas empresas las que, de ser el caso, deban pedir la autorización a la CFC, porque la operación rebasaría los umbrales que establece la Ley Federal de Competencia.
Sin embargo, hasta el momento esta autoridad no ha recibido ninguna solicitud por parte de dichas aerolíneas.
“Hace mucho que no las veo”. México, D.F.
“Él (Chico Pardo) quería que no hubiera licitación. Su intención principal, y la razón por la que a me empezó a buscar es porque quería que no hubiera licitación y que se lo asignaran directamente a él”, sostuvo el funcionario federal.
Aseguró que la decisión sobre si Asur podrá participar en la licitación que realice el gobierno federal sobre esta terminal aérea la tendrá que tomar el Pleno de la Comisión de Competencia.
Sin embargo, el voto particular de Eduardo Pérez Motta estaría en el sentido de que este grupo participe siempre y cuando entren en condiciones iguales a las que tenga el resto de los operadores, pero si como resultado del análisis se identifica que existe un beneficio en favor de Asur, en comparación con los otros interesados, entonces ese fallo personal del presidente de la CFC sería en contra, dijo.
“Si no hubiera ventajas para ellos por el hecho de tener un aeropuerto a 100 kilómetros, en relación con cualquier otro operador nuevo que no tenga aeropuerto y que no tenga nada que ver con la región, yo no tendría problema, yo votaría porque entrara; pero si hay cualquier beneficio que ellos tengan en relación con cualquiera de los nuevos operadores, yo no estaría dispuesto a votar a favor de que entre Asur”, enfatizó.
Pérez Motta dijo que esta situación ya se la ha externado directamente a los inversionistas de Asur.
Consultado al respecto, Adolfo Castro, director de Finanzas de Asur, aseguró que el presidente de la CFC no tiene ninguna solicitud presentada por Asur en la que se le solicite una asignación directa. Si este grupo decide participar en la licitación y la CFC no se lo permite, entonces se ampararán en contra de esta resolución, advirtió.
Agregó que hoy el aeropuerto de Cancún cuenta con la suficiente capacidad para atender la demanda de muchos años por venir,
En este sentido, Castro dijo que la creación de un nuevo aeropuerto en la Riviera Maya no es urgente.
Sin embargo, “si alguien dice lo contrario y quiere hacerlo está en su derecho”, señaló el directivo.
Pérez Motta manifestó que en 2008 la CFC emitió una opinión a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes sobre las bases de licitación del Aeropuerto de la Riviera Maya, por lo que si estos lineamientos no cambian no tienen por qué volver a ser sometidos a consulta del órgano antimonopolio.
Si hubiera alguna modificación, lo cual pudiera suceder debido al cambio del titular de la SCT o porque se determine que las condiciones del mercado han cambiado, la CFC sí emitiría una nueva opinión, precisó. Aún está pendiente que este órgano especifique quién puede o no participar en la licitación, aclaró.
Consultado respecto a una posible fusión entre Mexicana y Aeroméxico, Pérez Motta consideró que son estas empresas las que, de ser el caso, deban pedir la autorización a la CFC, porque la operación rebasaría los umbrales que establece la Ley Federal de Competencia.
Sin embargo, hasta el momento esta autoridad no ha recibido ninguna solicitud por parte de dichas aerolíneas.
“Hace mucho que no las veo”. México, D.F.
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