El gobierno federal buscará que el Legislativo retome la iniciativa de fusión entre Nacional Financiera (Nafin), Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y el Fideicomiso de Fomento Minero (Fifomi), lo que generaría un ahorro de mil 200 millones de pesos al año. Para el director general de Nafin/Bancomext, Héctor Rangel Domene, la crisis económica obliga a adelgazar estructuras, fusionarlas o prescindir de las que no sean estrictamente necesarias para buscar los máximos ahorros posibles, sin perder la eficacia de las instituciones.Así, la fusión de Nafin, Bancomext y el Fofim cumpliría con esos objetivos y permitiría ahorrar cerca de mil 200 millones de pesos al año, que en valor presente significa alrededor de 10 mil millones de pesos en ahorros.Aunque la propuesta que se presentó en el Senado de la República obtuvo dictamen positivo para la fusión entre Nafin y el Fifomi, dejó abierta a la LXI Legislatura la discusión para una posible fusión entre Nafin y Bancomext.Sin embargo, si bien el dictamen fue turnado a la Cámara de Diputados, llegó el último día de sesiones de la LX Legislatura, por lo que ahora queda confiar que lo retomará la LXI Legislatura.De prosperar, el servicio al sector empresarial mejoraría mediante una sola ventanilla de atención para sus múltiples necesidades, una acción que iría en la vía correcta para consolidar y fortalecer una parte de la banca de desarrollo.Rangel Domene explicó que en el caso de Bancomext, la fusión permitiría contar además con un capital adicional de aproximadamente dos mil millones de pesos, que se traducirían en una capacidad crediticia mayor en entre 20 mil millones y 25 mil millones de pesos.La cifra, sumada a los ahorros en la operación conjunta ya mencionada, se traduciría en una cantidad adicional de entre 10 mil millones y 12 mil millones de pesos de capacidad de crédito disponible anualmente.Tan sólo con estos ahorros se podría acreditar por ejemplo a 25 mil pequeñas y medianas empresas al año, de acuerdo con el director de Nafin/Bancomext.Si el Congreso aprueba la fusión, subrayó, se respetarán escrupulosamente los derechos laborales de todos los trabajadores, diseñando paquetes atractivos de salida o de jubilación.Insistió que no se trata de desmantelar instituciones, perder capacidades o especialización, sino de consolidar, adecuar y fortalecer la banca de desarrollo, como en años recientes lo hicieron Brasil, España, Colombia, Chile o Alemania.En entrevista con Notimex, comentó que más allá de la fusión lo importante es definir qué modelo institucional quiere México para el futuro, con qué mandato, con qué atribuciones y con cuánto capital para cumplir con los objetivos de financiamiento y desarrollo de los mercados, segmentos o proyectos que se le asignen.Ese modelo, precisó Rangel Domene, debería considerar un horizonte de cuando menos 10 a 15 años, y tomar en cuenta que la economía está estrechamente vinculada con Norteamérica y globalizada en muchos aspectos.Asimismo, que se tiene una penetración financiera doméstica muy baja y con gran necesidad de ampliar la disponibilidad de crédito a las empresas y familias.Pero en este proceso de redefinición y consolidación de la banca de desarrollo también será relevante corregir algunas cuestiones, como evitar duplicidades de supervisión y vigilancia. También, establecer una regulación más orientada al funcionamiento de los bancos de desarrollo como instituciones de crédito que son, y no como cualquier otro ente burocrático de la administración pública federal.De igual forma, lograr una auténtica autonomía de gestión, en un marco adecuado de gobierno corporativo, sostuvo Rangel Domene. México, D.F.
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