La inflación dejo de ser un factor de preocupación para el Banco de México, sobre todo para los siguientes meses, pues existe la expectativa de que hacia finales de este año los precios al consumidor lleguen a un nivel de 4.5%, resultado de la fuerte contracción de la actividad económica interna, en la que existe el pronóstico de un ajuste a la baja del PIB durante 2009 de 7.5%.
El próximo viernes, el instituto central dará a conocer el dato de inflación correspondiente a junio del presente año; los analistas estiman un crecimiento en precios mensual de 0.28%, pero lo más sobresaliente sería el dato anualizado del que se espera un nivel de 5.45%, es decir 0.29 puntos porcentuales por debajo al observado en junio (5.74%).
Sin embargo, la inflación subyacente, la que elimina la parte volátil como los precios de los energéticos y agrícola, sigue siendo alta, toda vez que en julio se calcularía una cifra de 0.34% y la anualizada se establecería por arriba de 5.5%.
Los analista señalaron que, pese a la tendencia decreciente de la inflación, los precios en alimentos sobre todo procesados continúan ejerciendo presión en la inflación general, ya que de no haber existido alzas importantes en la parte que corresponde a mercancías, los precios al consumidor hubieran bajado más rápidamente; ahora no será sino hasta 2010 cuando se observe un nivel por debajo de 4.0%. México, D.F./Ricardo Gómez (El Universal)
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