A raíz de que la propuesta del Ejecutivo en materia del Presupuesto para 2010 no fue un “golpe de timón” fiscal, el mercado financiero está esperando un descenso en la calificación soberana de México, sin perder el grado de inversión.
Marcos Ramírez Miguel, presidente de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), afirmó que el mercado castiga a valor presente todo lo que ve en un futuro cercano previsible.
Si bien el mercado premiará un esfuerzo por parte del gobierno federal en aumentar los ingresos tributarios, de que las cuentas le salgan y de que se tape en el corto plazo el agujero presupuestal, las calificadoras podrían hacer un pronunciamiento acerca de la calidad crediticia de nuestro país, quizá descendiendo la evaluación, pero con una declaración de que la situación no se agravó y eso tranquilizaría a los inversionistas.
"El pronunciamiento del nivel de la calificación soberana es importante; no obstante, lo que dicen después de que dan su veredicto es aún más importante.
"Es como si te dijeran que sacaste un ocho, pero será nueve si te esfuerzas por hacer mejor las cosas en el país, o que digan que tienes un ocho, pero bajará a seis, como lo estoy viendo."
En entrevista con EL FINANCIERO, Marcos Ramírez añadió que el mercado también podría castigar si ve que para 2010 el agujero no se tapará de alguna manera, sólo por la vía del endeudamiento.
"La cobija es la que es y no hay que ampliarla artificialmente, porque nos irá mal, pues jalarla demasiado podría romperla", advirtió.
El Presupuesto, afirmó, "será poco mejor de lo que esperaban los mercados financieros; lo pueden premiar, pero no es un golpe de timón fiscal", aseveró el también director de Santander Casa de Bolsa.
El presidente de la AMIB, miembro del Consejo Coordinador Empresarial, afirmó que "el país puede seguir funcionando como está; si bien es un escenario feo, no es catastrofista".
Devolver vía gasto
Lo malo, precisó, es que en términos de competitividad, hay países que sí han hecho cosas que los ubican mejor que nosotros, y México está perdiendo cada vez más escalones en términos de competitividad.
¿Qué se necesita para ir hacia delante y no para atrás?, se le preguntó a Ramírez Miguel. A lo que respondió que se abre un abanico de posibilidades.
Tan sólo en la parte impositiva, los países que les va muy bien, son economías que les funciona su recaudación fiscal y que no tienen ni muchas exenciones ni muchos lugares posibles de fuga.
El tema del IVA en alimentos y medicinas es un elemento que políticamente se ha parado, pero que otros países le han podido dar la vuelta con impuestos más bajos, pero sí con gravámenes.
La propuesta para una mayor aceptación sería vía gasto, ya que a las personas que el país quiere ayudar se les puede devolver ese dinero mediante el gasto de gobierno, destacó el directivo.
Por otro lado, si al terminar la recesión económica México, o cualquier otro país, no hace bien la tarea para reforzar su capacidad de crecer y atraer inversiones, existe un alto riesgo de profundizar su rezago relativo y absoluto.
Esto significa menos empleo e incapacidad para cubrir las expectativas de bienestar de la gente, alertó.
"Si bien las calificadoras nos bajarían de grado, éstas (Fitch y Standard & Poor’s) van a decir que ya estamos estables, que ya no vamos a seguir bajando, por lo que el mercado ya lo está descontando." México, D.F.
Marcos Ramírez Miguel, presidente de la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), afirmó que el mercado castiga a valor presente todo lo que ve en un futuro cercano previsible.
Si bien el mercado premiará un esfuerzo por parte del gobierno federal en aumentar los ingresos tributarios, de que las cuentas le salgan y de que se tape en el corto plazo el agujero presupuestal, las calificadoras podrían hacer un pronunciamiento acerca de la calidad crediticia de nuestro país, quizá descendiendo la evaluación, pero con una declaración de que la situación no se agravó y eso tranquilizaría a los inversionistas.
"El pronunciamiento del nivel de la calificación soberana es importante; no obstante, lo que dicen después de que dan su veredicto es aún más importante.
"Es como si te dijeran que sacaste un ocho, pero será nueve si te esfuerzas por hacer mejor las cosas en el país, o que digan que tienes un ocho, pero bajará a seis, como lo estoy viendo."
En entrevista con EL FINANCIERO, Marcos Ramírez añadió que el mercado también podría castigar si ve que para 2010 el agujero no se tapará de alguna manera, sólo por la vía del endeudamiento.
"La cobija es la que es y no hay que ampliarla artificialmente, porque nos irá mal, pues jalarla demasiado podría romperla", advirtió.
El Presupuesto, afirmó, "será poco mejor de lo que esperaban los mercados financieros; lo pueden premiar, pero no es un golpe de timón fiscal", aseveró el también director de Santander Casa de Bolsa.
El presidente de la AMIB, miembro del Consejo Coordinador Empresarial, afirmó que "el país puede seguir funcionando como está; si bien es un escenario feo, no es catastrofista".
Devolver vía gasto
Lo malo, precisó, es que en términos de competitividad, hay países que sí han hecho cosas que los ubican mejor que nosotros, y México está perdiendo cada vez más escalones en términos de competitividad.
¿Qué se necesita para ir hacia delante y no para atrás?, se le preguntó a Ramírez Miguel. A lo que respondió que se abre un abanico de posibilidades.
Tan sólo en la parte impositiva, los países que les va muy bien, son economías que les funciona su recaudación fiscal y que no tienen ni muchas exenciones ni muchos lugares posibles de fuga.
El tema del IVA en alimentos y medicinas es un elemento que políticamente se ha parado, pero que otros países le han podido dar la vuelta con impuestos más bajos, pero sí con gravámenes.
La propuesta para una mayor aceptación sería vía gasto, ya que a las personas que el país quiere ayudar se les puede devolver ese dinero mediante el gasto de gobierno, destacó el directivo.
Por otro lado, si al terminar la recesión económica México, o cualquier otro país, no hace bien la tarea para reforzar su capacidad de crecer y atraer inversiones, existe un alto riesgo de profundizar su rezago relativo y absoluto.
Esto significa menos empleo e incapacidad para cubrir las expectativas de bienestar de la gente, alertó.
"Si bien las calificadoras nos bajarían de grado, éstas (Fitch y Standard & Poor’s) van a decir que ya estamos estables, que ya no vamos a seguir bajando, por lo que el mercado ya lo está descontando." México, D.F.
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