Los incrementos que se discuten en el Congreso costarán entre 500 y 700 mdd, equivalente a un proyecto petrolero promedio o cerca de 90 por ciento del costo de una hidroeléctrica como El Cajón
Empresas constructoras nacionales e internacionales solicitaron a Petróleos Mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad aplazar los concursos relacionados con nuevas obras de infraestructura en tanto no se determine el paquete fiscal de 2010 y los efectos que tendrá en su flujo de efectivo, así como en el pago de impuestos relacionados, como es el caso específico del Impuesto Sobre la Renta.
Las constructoras que están interesadas en llevar a cabo proyectos del sector energético o de comunicaciones, como es el caso de ICA, ICA Fluor Daniel, Swecomex, OHL, Techint, o incluso Globalvia o IDEAL, esperarán a que haya una definición de largo plazo en torno a las nuevas cargas impositivas.
De acuerdo fuentes relacionadas con algunas de las empresas constructoras interesadas en participar en las obras, las medidas fiscales que se podrían implementar costarían en un año entre 500 y 700 millones de dólares, el equivalente a un proyecto promedio en Pemex o cerca de 90 por ciento del costo de una central hidroeléctrica como El Cajón o La Yesca.
Por lo pronto, la Dirección Corporativa de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos de Petróleos Mexicanos anunció aplazamientos en la entrega de ofertas para concursos y contratos a las empresas interesadas en participar en sus licitaciones y el primer proyecto que entra en esa postura es el relacionado con las refinerías de Salina Cruz y Oaxaca.
Este proyecto tiene un costo de entre 550 y 650 millones de dólares y al menos tres empresas de primer nivel están interesadas en desarrollarlo, uno es ICA Fluor Daniel, el segundo es Technip de Francia —que va de la mano de CICSA y Grupo Carso—y al final está la italiana Saipem.
Uno de los problemas que han detectado las principales paraestatales del país es que los costos de sus proyectos se verán elevados de manera significativa por el ISR que se verán obligadas a pagar y sus recursos destinados a inversión se verán mermados, ya que los planteamientos hechos en los últimos años contemplaban cargas fiscales y responsabilidades diferentes.
Pemex tiene contemplados recursos cercanos a los 19 mil millones de dólares para invertir en el sector petrolero; por otra parte, la CFE espera un inversión promedio de 5 mil millones de dólares en proyectos en los próximos cinco años para poder mantener la estabilidad del sector eléctrico.
De ocurrir los cambios previstos en la Ley de Ingresos de 2010, las empresas deberán de pagar impuestos sobre los proyectos que ganen en cualesquiera de las paraestatales, sin embargo, los esquemas de inversión planteados desde el gobierno obligan a las compañías a conseguir el financiamiento que se encarecerá a raíz de un mayor pago de impuestos y la rentabilidad de las inversiones será afectada. México, D.F.
Las constructoras que están interesadas en llevar a cabo proyectos del sector energético o de comunicaciones, como es el caso de ICA, ICA Fluor Daniel, Swecomex, OHL, Techint, o incluso Globalvia o IDEAL, esperarán a que haya una definición de largo plazo en torno a las nuevas cargas impositivas.
De acuerdo fuentes relacionadas con algunas de las empresas constructoras interesadas en participar en las obras, las medidas fiscales que se podrían implementar costarían en un año entre 500 y 700 millones de dólares, el equivalente a un proyecto promedio en Pemex o cerca de 90 por ciento del costo de una central hidroeléctrica como El Cajón o La Yesca.
Por lo pronto, la Dirección Corporativa de Ingeniería y Desarrollo de Proyectos de Petróleos Mexicanos anunció aplazamientos en la entrega de ofertas para concursos y contratos a las empresas interesadas en participar en sus licitaciones y el primer proyecto que entra en esa postura es el relacionado con las refinerías de Salina Cruz y Oaxaca.
Este proyecto tiene un costo de entre 550 y 650 millones de dólares y al menos tres empresas de primer nivel están interesadas en desarrollarlo, uno es ICA Fluor Daniel, el segundo es Technip de Francia —que va de la mano de CICSA y Grupo Carso—y al final está la italiana Saipem.
Uno de los problemas que han detectado las principales paraestatales del país es que los costos de sus proyectos se verán elevados de manera significativa por el ISR que se verán obligadas a pagar y sus recursos destinados a inversión se verán mermados, ya que los planteamientos hechos en los últimos años contemplaban cargas fiscales y responsabilidades diferentes.
Pemex tiene contemplados recursos cercanos a los 19 mil millones de dólares para invertir en el sector petrolero; por otra parte, la CFE espera un inversión promedio de 5 mil millones de dólares en proyectos en los próximos cinco años para poder mantener la estabilidad del sector eléctrico.
De ocurrir los cambios previstos en la Ley de Ingresos de 2010, las empresas deberán de pagar impuestos sobre los proyectos que ganen en cualesquiera de las paraestatales, sin embargo, los esquemas de inversión planteados desde el gobierno obligan a las compañías a conseguir el financiamiento que se encarecerá a raíz de un mayor pago de impuestos y la rentabilidad de las inversiones será afectada. México, D.F.
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