Se padece un deficiente sistema escolar y una sobrerregulación, dice
Desequilibrio entre el ingreso y gasto frena mayor infraestructura
México está bajo estrés, con cada vez más informalidad polarizando a la sociedad, abriendo la brecha de la desigualdad y con cabezas de familia en EU enviando dinero que, además, es insuficiente, y con evidencias de que esto está afectando las habilidades de crecimiento en la población, afirmó James J. Heckman.
El Premio Nobel en Ciencias Económicas 2000 y catedrático de la Universidad de Chicago destacó la creciente desigualdad social en México y criticó que los programas sociales se han dirigido de manera muy pobre.
Al participar en la conferencia internacional Retos y Estrategias para Promover el Crecimiento Económico, organizada por el Banco de México (Banxico), comentó que nuestro país tiene una cultura política y económica de capitalismo de amigos, que ha propiciado la creación de monopolios que le restan competitividad.
Los monopolios elevan los costos y retardan el crecimiento. México ha construido en su cultura política un temor, incluso aborreciendo estímulos y mercados; ha levantado un edificio legal y cultural que restringe su capacidad de adaptación a la nueva economía, añadió.
"Maestros mediocres"
Entre los principales problemas en México, Heckman señaló el lento o incluso negativo crecimiento en la productividad, la sobrerregulación y la baja formación de los mexicanos, como resultado de la rigidez en el magisterio y del deficiente sistema escolar, con implicaciones en el desarrollo de habilidades de los niños.
"La formación de las habilidades en México tienen un pobre desempeño. El ‘unionismo’ (las uniones de maestros o sindicato) retarda la excelencia en escuelas y protege a maestros mediocres", enfatizó.
Destacó que sin calidad en los maestros y en las escuelas, la efectividad del programa Oportunidades es baja, convirtiéndose en "terapia de electrochoque", además de que está comprobado que las transferencias en efectivo no reducen la pobreza intergeneracional.
"Una política que promueva las habilidades de los jóvenes sería mucho más efectiva", aseveró.
Además, enfatizó que la economía mexicana opera bajo un peso muy grande de regulación y monopolios, produciendo una constante ineficiencia, con consecuencias dramáticas en sectores como el petrolero, telecomunicaciones y la educación, repercutiendo en la productividad.
Por otra parte, dijo que la infraestructura es débil porque las finanzas públicas también lo son, "debido en parte a un asunto de monopolios, a la falta de competitividad y al desequilibrio entre el ingreso y el gasto público, además de que el gasto en infraestructura es dirigido por una política pública desde el centro".
Criticó que "los estados del país sólo tienen una pequeña responsabilidad sobre renta, y no existe ninguna transparencia del gasto público".
Y al hablar sobre la informalidad en México, Heckman acotó que ésta se debe a la regulación, a los impuestos y a la ineficiente provisión de bienes públicos, y señaló la necesidad de redefinir drásticamente su significado, entendiendo su incremento como un vehículo de ajuste que origina crecimiento temporal. México, D.F.
El Premio Nobel en Ciencias Económicas 2000 y catedrático de la Universidad de Chicago destacó la creciente desigualdad social en México y criticó que los programas sociales se han dirigido de manera muy pobre.
Al participar en la conferencia internacional Retos y Estrategias para Promover el Crecimiento Económico, organizada por el Banco de México (Banxico), comentó que nuestro país tiene una cultura política y económica de capitalismo de amigos, que ha propiciado la creación de monopolios que le restan competitividad.
Los monopolios elevan los costos y retardan el crecimiento. México ha construido en su cultura política un temor, incluso aborreciendo estímulos y mercados; ha levantado un edificio legal y cultural que restringe su capacidad de adaptación a la nueva economía, añadió.
"Maestros mediocres"
Entre los principales problemas en México, Heckman señaló el lento o incluso negativo crecimiento en la productividad, la sobrerregulación y la baja formación de los mexicanos, como resultado de la rigidez en el magisterio y del deficiente sistema escolar, con implicaciones en el desarrollo de habilidades de los niños.
"La formación de las habilidades en México tienen un pobre desempeño. El ‘unionismo’ (las uniones de maestros o sindicato) retarda la excelencia en escuelas y protege a maestros mediocres", enfatizó.
Destacó que sin calidad en los maestros y en las escuelas, la efectividad del programa Oportunidades es baja, convirtiéndose en "terapia de electrochoque", además de que está comprobado que las transferencias en efectivo no reducen la pobreza intergeneracional.
"Una política que promueva las habilidades de los jóvenes sería mucho más efectiva", aseveró.
Además, enfatizó que la economía mexicana opera bajo un peso muy grande de regulación y monopolios, produciendo una constante ineficiencia, con consecuencias dramáticas en sectores como el petrolero, telecomunicaciones y la educación, repercutiendo en la productividad.
Por otra parte, dijo que la infraestructura es débil porque las finanzas públicas también lo son, "debido en parte a un asunto de monopolios, a la falta de competitividad y al desequilibrio entre el ingreso y el gasto público, además de que el gasto en infraestructura es dirigido por una política pública desde el centro".
Criticó que "los estados del país sólo tienen una pequeña responsabilidad sobre renta, y no existe ninguna transparencia del gasto público".
Y al hablar sobre la informalidad en México, Heckman acotó que ésta se debe a la regulación, a los impuestos y a la ineficiente provisión de bienes públicos, y señaló la necesidad de redefinir drásticamente su significado, entendiendo su incremento como un vehículo de ajuste que origina crecimiento temporal. México, D.F.
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