El desempleo que registra el país y la baja actividad económica ocasionará que los índices de morosidad en el crédito aumenten en los siguientes meses, dijo Pascual O’Dogherty Madrazo, director de análisis del sistema financiero del Banco de México.
“La situación económica actual y la pérdida de empleo podría tener un impacto mayor en estos índices y afectaría otros indicadores de morosidad”, expresó el funcionario.
De acuerdo con el banco central, en mayo, el índice de morosidad en crédito al consumo continuó con una tendencia al alza que se ha registrado en los últimos años, para alcanzar un nivel de 9.6%.
Dijo que el Imora, indicador donde se incorporan los castigos, compras y venta de cartera subió a 20.7% al final del primer trimestre de 2009.
En el reporte sobre el sistema financiero que cubre el periodo de enero de 2008 a junio de 2009, Banxico abundó que el deterioro de las tarjetas de crédito, en el primer semestre de este año, se debió a la pérdida de empleos derivada de la contracción económica.
El deterioro de la morosidad que se había registrado en 2006 y 2007 fue producto de la incorporación de acreditados sin historial crediticio y el otorgamiento de diversas tarjetas por diferentes bancos a un mismo acreditado.
O’Dogherty dijo que ante el problema de la morosidad en el país, la reacción de la banca ha sido una disminución en la emisión de tarjetas de créditos a personas sin historial crediticio.
“Hay una caída en el número de tarjetas activas, el año pasado cerraron con 27 millones, para el primer trimestre de este año estamos hablando de un millón menos”, dijo el funcionario.
Además, en las medidas instrumentadas por los bancos también se encuentran una contracción en la emisión en líneas de crédito y la reestructura de pasivos.
En conferencia de prensa, expuso que es difícil estimar hasta cuándo más podrá subir el índice de morosidad de crédito en tarjetas.
“Sin embargo, no cabe duda que vamos a ver cifras aún mayores”, dijo el funcionario.
Banxico documentó que la proporción utilizada de líneas de las tarjetas de crédito pasó de 39% en diciembre de 2007 a 49% un año después.
Agregó que durante 2008 y el primer trimestre de 2009, la proporción de tarjetas de crédito con pagos vencidos se incrementó cuatro veces.
“Esto último se reflejó en un incremento en la proporción de expedientes registrados en el Buró de Crédito con al menos una cuenta vencida, el cual se aumentó a 18.3% en abril de este año”, detalló.
Sin riesgo de un segundo Fobaproa
O’Dogherty descartó que en el sistema financiero mexicano exista el riesgo de que se presente un nuevo Fobaproa. Agregó que éste se encuentra sólido, capitalizado y con provisiones adecuadas.
Sin embargo, de acuerdo con el organismo, el endeudamiento de los hogares es de 11.7% del PIB; en el consumo alcanzó 4.2%, y en la vivienda 8.5%, lo que representa un serio riesgo para la economía.
El Banco de México difundió que, en los próximos meses se harán ajustes al Costo Anual Total (CAT).
“Lo que se busca es que el CAT sea realmente una herramienta muy útil para seleccionar créditos baratos”, señaló O’Dogherty. México, D.F./JoséManuel Arteaga (El Universal)
“La situación económica actual y la pérdida de empleo podría tener un impacto mayor en estos índices y afectaría otros indicadores de morosidad”, expresó el funcionario.
De acuerdo con el banco central, en mayo, el índice de morosidad en crédito al consumo continuó con una tendencia al alza que se ha registrado en los últimos años, para alcanzar un nivel de 9.6%.
Dijo que el Imora, indicador donde se incorporan los castigos, compras y venta de cartera subió a 20.7% al final del primer trimestre de 2009.
En el reporte sobre el sistema financiero que cubre el periodo de enero de 2008 a junio de 2009, Banxico abundó que el deterioro de las tarjetas de crédito, en el primer semestre de este año, se debió a la pérdida de empleos derivada de la contracción económica.
El deterioro de la morosidad que se había registrado en 2006 y 2007 fue producto de la incorporación de acreditados sin historial crediticio y el otorgamiento de diversas tarjetas por diferentes bancos a un mismo acreditado.
O’Dogherty dijo que ante el problema de la morosidad en el país, la reacción de la banca ha sido una disminución en la emisión de tarjetas de créditos a personas sin historial crediticio.
“Hay una caída en el número de tarjetas activas, el año pasado cerraron con 27 millones, para el primer trimestre de este año estamos hablando de un millón menos”, dijo el funcionario.
Además, en las medidas instrumentadas por los bancos también se encuentran una contracción en la emisión en líneas de crédito y la reestructura de pasivos.
En conferencia de prensa, expuso que es difícil estimar hasta cuándo más podrá subir el índice de morosidad de crédito en tarjetas.
“Sin embargo, no cabe duda que vamos a ver cifras aún mayores”, dijo el funcionario.
Banxico documentó que la proporción utilizada de líneas de las tarjetas de crédito pasó de 39% en diciembre de 2007 a 49% un año después.
Agregó que durante 2008 y el primer trimestre de 2009, la proporción de tarjetas de crédito con pagos vencidos se incrementó cuatro veces.
“Esto último se reflejó en un incremento en la proporción de expedientes registrados en el Buró de Crédito con al menos una cuenta vencida, el cual se aumentó a 18.3% en abril de este año”, detalló.
Sin riesgo de un segundo Fobaproa
O’Dogherty descartó que en el sistema financiero mexicano exista el riesgo de que se presente un nuevo Fobaproa. Agregó que éste se encuentra sólido, capitalizado y con provisiones adecuadas.
Sin embargo, de acuerdo con el organismo, el endeudamiento de los hogares es de 11.7% del PIB; en el consumo alcanzó 4.2%, y en la vivienda 8.5%, lo que representa un serio riesgo para la economía.
El Banco de México difundió que, en los próximos meses se harán ajustes al Costo Anual Total (CAT).
“Lo que se busca es que el CAT sea realmente una herramienta muy útil para seleccionar créditos baratos”, señaló O’Dogherty. México, D.F./JoséManuel Arteaga (El Universal)
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