Considera el gobernador del Banco de México que es necesario el incremento de gravámenes “porque hay una brecha fiscal”
El gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, dijo hoy que el aumento de impuestos propuesta por el Gobierno es necesaria para tapar el déficit y que no frenará la recuperación económica, como aducen fuentes empresariales.
México es el que más ha sufrido de América Latina la crisis, con una contracción prevista del 7.3% este año, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) .
Por ello, el anuncio a principios de septiembre del incremento de gravámenes ha generado un gran revuelo entre la clase política y empresarial en México.
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) se quejó esta semana de que el aumento "resta competitividad a la economía, eleva el costo-país y no es acompañado por una sola medida que promueva el empleo, la inversión productiva o el ahorro".
En cambio, Ortiz declaró en una entrevista en Estambul (Turquía) que no cree "que tenga un impacto sensiblemente negativo sobre la evolución de la actividad económica" .
El gobierno mexicano ha pedido al Congreso que apruebe la aplicación de un nuevo impuesto al consumo y la subida de gravámenes a la renta, alcohol, telecomunicaciones, juegos y sorteos.
Ortiz llamó a la responsabilidad de los políticos de su país para hacer lo correcto para sanear las finanzas públicas.
"Es un buen momento para que la clase política mexicana tome decisiones", afirmó en Estambul, donde participa de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, que concluye hoy.
Ortiz dijo que el aumento de impuestos es "necesaria porque hay una brecha fiscal" , originada principalmente por la caída de los ingresos por el petróleo.
El dinero adicional paliaría el agujero de 300 mil millones de pesos (23 mil millones de dólares) previsto para 2011 y también se usaría para programas de combate a la miseria.
En Estambul, el gobierno mexicano recibió el respaldo del FMI, que destacó que el dinero que se transfiera a los pobres estimulará el crecimiento.
A Ortiz lo que le inquieta más son las finanzas públicas y en ese sentido, para él, la crisis debería despertar a México "a la realidad de que ya no podemos seguir viviendo de los ingresos extraordinarios del petróleo".
Precisamente esa adicción al crudo y la baja recaudación de impuestos son las vulnerabilidades más importantes del país mostradas por la turbulencia económica, en su opinión.
Los ingresos petroleros se han reducido en el último año por la caída del precio del oro negro desde su récord de 147 dólares por barril el año pasado y la bajada de la producción.
Frente a los 3.3 millones de barriles diarios bombeados en el pasado, en 2010 el país producirá sólo 2.5 millones, aunque ese será su nivel mínimo y de ahí en adelante se recuperará, según Ortiz.
Gran parte del debate en Estambul se ha centrado en sacar conclusiones sobre lo que fue bien y mal en la crisis, especialmente en el entramado bancario.
En ese sentido, el gobernador del Banco de México Ortiz dijo a Efe que el sistema financiero de su país aguantó bien al embate y no tuvo que plantearse inyectar dinero para sacarlo a flote, como en otras naciones.
Aun así, reconoció que admite mejoras, entre las que citó que las subsidiarias de los bancos extranjeros deben cotizar en bolsa, lo que las haría "más alineadas con los intereses del país".
El jefe del banco central se quejó de que esas filiales, que suponen el 80% del sistema financiero en México, restringieran el crédito durante los meses duros de la crisis por orden de sus matrices, que querían que el dinero se quedara en sus arcas.
La salida a bolsa les daría nuevo capital que necesitan y crearía accionistas minoritarios que impondrían disciplina de mercado y un consejo administrativo con más peso que examine sus decisiones, explicó Ortiz.
Sobre las perspectivas económicas del país, opinó que el turismo "estará ya cerca de la normalidad" en la temporada de invierno, pero las remesas "van a tardar algún tiempo en recuperarse".
Ortiz admitió que los niveles de consumo en Estados Unidos "van a permanecer deprimidos por un buen rato" , lo que para México significa que las dificultades no han terminado. Estambul, Turquía
México es el que más ha sufrido de América Latina la crisis, con una contracción prevista del 7.3% este año, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) .
Por ello, el anuncio a principios de septiembre del incremento de gravámenes ha generado un gran revuelo entre la clase política y empresarial en México.
La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) se quejó esta semana de que el aumento "resta competitividad a la economía, eleva el costo-país y no es acompañado por una sola medida que promueva el empleo, la inversión productiva o el ahorro".
En cambio, Ortiz declaró en una entrevista en Estambul (Turquía) que no cree "que tenga un impacto sensiblemente negativo sobre la evolución de la actividad económica" .
El gobierno mexicano ha pedido al Congreso que apruebe la aplicación de un nuevo impuesto al consumo y la subida de gravámenes a la renta, alcohol, telecomunicaciones, juegos y sorteos.
Ortiz llamó a la responsabilidad de los políticos de su país para hacer lo correcto para sanear las finanzas públicas.
"Es un buen momento para que la clase política mexicana tome decisiones", afirmó en Estambul, donde participa de la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial, que concluye hoy.
Ortiz dijo que el aumento de impuestos es "necesaria porque hay una brecha fiscal" , originada principalmente por la caída de los ingresos por el petróleo.
El dinero adicional paliaría el agujero de 300 mil millones de pesos (23 mil millones de dólares) previsto para 2011 y también se usaría para programas de combate a la miseria.
En Estambul, el gobierno mexicano recibió el respaldo del FMI, que destacó que el dinero que se transfiera a los pobres estimulará el crecimiento.
A Ortiz lo que le inquieta más son las finanzas públicas y en ese sentido, para él, la crisis debería despertar a México "a la realidad de que ya no podemos seguir viviendo de los ingresos extraordinarios del petróleo".
Precisamente esa adicción al crudo y la baja recaudación de impuestos son las vulnerabilidades más importantes del país mostradas por la turbulencia económica, en su opinión.
Los ingresos petroleros se han reducido en el último año por la caída del precio del oro negro desde su récord de 147 dólares por barril el año pasado y la bajada de la producción.
Frente a los 3.3 millones de barriles diarios bombeados en el pasado, en 2010 el país producirá sólo 2.5 millones, aunque ese será su nivel mínimo y de ahí en adelante se recuperará, según Ortiz.
Gran parte del debate en Estambul se ha centrado en sacar conclusiones sobre lo que fue bien y mal en la crisis, especialmente en el entramado bancario.
En ese sentido, el gobernador del Banco de México Ortiz dijo a Efe que el sistema financiero de su país aguantó bien al embate y no tuvo que plantearse inyectar dinero para sacarlo a flote, como en otras naciones.
Aun así, reconoció que admite mejoras, entre las que citó que las subsidiarias de los bancos extranjeros deben cotizar en bolsa, lo que las haría "más alineadas con los intereses del país".
El jefe del banco central se quejó de que esas filiales, que suponen el 80% del sistema financiero en México, restringieran el crédito durante los meses duros de la crisis por orden de sus matrices, que querían que el dinero se quedara en sus arcas.
La salida a bolsa les daría nuevo capital que necesitan y crearía accionistas minoritarios que impondrían disciplina de mercado y un consejo administrativo con más peso que examine sus decisiones, explicó Ortiz.
Sobre las perspectivas económicas del país, opinó que el turismo "estará ya cerca de la normalidad" en la temporada de invierno, pero las remesas "van a tardar algún tiempo en recuperarse".
Ortiz admitió que los niveles de consumo en Estados Unidos "van a permanecer deprimidos por un buen rato" , lo que para México significa que las dificultades no han terminado. Estambul, Turquía
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